sábado, 27 de junio de 2015

Letra 424, 28 de junio de 2015

GUERRA Y PAZ
Karl Barth
Instantes. Santander, Sal Terrae, 2005, p. 111.

Dicen: "¡Paz!", pero no hay paz.
Jeremías 6.14




E
ntre las tareas normales del Estado no se encuentra propiamente la de hacer la guerra; por el contrario, su tarea normal consiste precisamente en organizar la paz de manera que sirva a la vida y mantenga, en cambio, alejada la guerra. Cuando un Estado no se ocupa como es debido de su tarea normal, antes o después se ve empujado a enfrentarse a la anormal tarea de la guerra y a cargar además a otros Estados con dicha tarea anormal.
Cuando el tema no es el ser humano, sino el capital que produce intereses, cuyo mantenimiento y multiplicación es el sentido y la meta del ordenamiento político, ya se ha puesto en marcha el automatismo que un día enviará de caza a los seres humanos, a matar y ser matados. Contra esta corrupción de la paz, de nada sirven ni el supuesto amor de las masas a esa paz ni las palabras huecas de los idealistas contra la guerra, por bienintencionadas que sean. Cuando se parte de una paz que no es una auténtica paz, la guerra puede resultar inevitable, naturalmente. Se necesita poca fe, entendimiento y valor para condenar la guerra por principio. Y no se necesita ninguna fe, entendimiento ni valor para aullar, con los lobos, que la guerra, por desgracia, y al igual que la paz, pertenece al orden del mundo. Pero se necesita fe, entendimiento y valor cristianos para gritar a los pueblos y a los gobiernos que lo urgente es la paz: en ella se ha de emplear todo el tiempo, toda la energía y toda la capacidad de que se disponga, para que los seres humanos puedan vivir, es decir, vivir bien, de manera que no tengan ya motivo alguno para recurrir a la guerra.
____________________________________

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA COMUNIÓN MEXICANA DE IGLESIAS REFORMADAS Y PRESBITERIANAS (CMIRP)

I. IDENTIDAD
La CMIRP, inspirada en el don renovador del Espíritu de Dios y en el legado de los credos y confesiones reformadas, se constituye bajos los siguientes principios:

1. Afirmamos nuestros vínculos históricos con las iglesias reformadas el siglo XVI, y con las heredadas con el movimiento protestante y presbiteriano del siglo XIX en México, así como con las iglesias reformadas de todo el mundo.
2. Estimulamos la renovación del culto cristiano y la vida espiritual en el marco de la tradición reformada y con el propósito de ser pertinentes a las realidades de la cultura mexicana.
3. Interpretamos la teología reformada a fin de integrar un testimonio cristiano congruente con la realidad contemporánea.
4. Renovamos el compromiso de ser coparticipes en la misión de Dios, a través del culto, el testimonio, el servicio y el trabajo por la justicia; promovemos la misión en unidad, la renovación de la misión y la potenciación de la misión.
5. Promovemos una visión integral de la labor pastoral que incluye las herramientas propias de la espiritualidad cristiana, así como los recursos de las ciencias humanas y las artes.
6. Alentamos la capacidad de liderazgo y el fortalecimiento de la comunidad de las iglesias que deciden ser parte de esta expresión del “cuerpo de Cristo”.
7. Alentamos El compromiso con otras organizaciones, movimientos e iglesias de otras tradiciones cristianas a través del diálogo y de la cooperación en el ministerio.
8. Nos comprometemos a cooperar con otras religiones del país y del mundo en la construcción de la paz y mejores relaciones entre las personas.
9. Afirmamos nuestro compromiso con el desarrollo sustentable en el marco de nuestra vocación ecológica.

II. MISIÓN
La CMIRP es un espacio de koinonía entre personas y comunidades de fe que voluntariamente procuramos unidad, encuentro, reflexión y solidaridad de la familia reformada y presbiteriana progresista en México. La misión de la CMIRP es promover la vida buena para toda la creación, la espiritualidad, la misión profética, pastoral y diacónica de sus iglesias miembros y su compromiso con los valores del Reino de Dios.

III. VISIÓN
Ser el referente más visible de la fe en Cristo Jesús desde la tradición calviniana, reformada y presbiteriana en México, que nutre y retroalimenta a sus iglesias miembros, contribuyendo desde su identidad al fortalecimiento de la renovación del movimiento cristiano y al avance de las causas afines de otros actores de la sociedad civil.

IV. VALORES
·    Convicción. La traición reformada es una alternativa válida dentro de la diversidad cristiana y religiosa
·    Sororidad-fraternidad. Respeto y amor a la diversidad, entendiéndola como un elemento que nos enriquece.
·    Compañerismo en misión. Todas las iglesias de la CMIRP son compañeros de trabajo al servicio de Dios.
·    Responsabilidad. Implica la búsqueda permanente de respuestas pertinentes (privilegia lo apropiado sobre lo meramente correcto)
·    Humildad en el servicio. Nuestra tradición de familia reformada nos llama para que con sencillez de corazón nos involucremos en el servicio del Reino de Dios
·    Transparencia. El trabajo conjunto y con las contrapartes se fortalece en el tiempo en la medida que mantenemos nuestro compromiso con la información veraz, honesta y confiable.
·    Amor ecológico. La creación de Dios apela a una cristología y pneumatología cósmicas. El “multiverso” es “Ser vivo” en Dios y nuestra relación con Él es de prójimo: “Ama a tu prójimo que eres tú mismo”.

LOGOTIPO

 

OBJETIVOS
Objetivo general
Construir un modelo de Comunión de Iglesias para la proclamación del evangelio hacia una nueva creación.

Objetivos específicos
·    Promover los principios de la CMIRP en las comunidades de fe para generar sentido de pertenencia.
·    Educar a las Comunidades de fe en los valores del Reino de Dios para la acción profética y diacónica.
·    Promover el desarrollo humano y sustentable, adquiriendo compromisos con procesos de justicia social, económica, política, cultural, ambiental.

Ejes de acción
Trabajar sobre los principios y objeto social
Invitación a la educación y al análisis

Documentos doctrinales
·      Institución de la religión cristiana, de Juan Calvino
·      Confesión de Accra. Se toma en tanto que la CMIRP elabora su propia confesión.
__________________________________

¿AUTORIDAD DE LA BIBLIA O EL PODER TRANSFORMADOR DE LA PALABRA?: NOTAS SOBRE EL USO DE LAS ESCRITURAS EN LOS PROBLEMAS ÉTICOS CONTEMPORÁNEOS (III)
Víctor Hernández Ramírez, Lupa Protestante, 9 de junio de 2015

Me gustaría ejemplificar esto, de manera muy breve, contraponiendo estas dos formas básicas de “usar” la Biblia en el camino ético: por un lado el uso imperativo de la Biblia que hace el fariseo y, por otro lado, la obediencia de la voluntad de Dios que hallamos en Jesús el Cristo.

La autoridad de la Biblia como el camino ético del fariseo
No quiero plantear la figura del fariseo del modo habitual, que tiene un sentido negativo: el fariseo como un legalista hipócrita. Por el contrario, el fariseo es un hombre piadoso de manera genuina y es, por tanto, una persona de fe. Sobre todo, es un hombre de las Escrituras, en las cuales halla la estructura de la vida buena, es decir los fundamentos de una vida ética. El fariseo hace lo mismo que hace todo ser humano frente a las decisiones que la vida exige: ejercita su juicio sobre lo que es bueno y lo malo, sobre lo correcto y lo incorrecto, aplicando las Escrituras. En el fariseo se expresa claramente un rasgo típicamente humano: el saber sobre el bien y el mal (Gen 3:5).
Bonhoeffer, en un texto llamado “El amor de Dios y la decadencia del mundo”, señala que el fariseo es “digno de admiración, sitúa su vida entera bajo su conocimiento del bien y el mal, que por tanto es duro juez tanto de sí mismo como de su prójimo para mayor gloria de Dios, a quien agradece humildemente ese sacrificio (Lc 18:11)”. El fariseo, dice Bonhoeffer, no es soberbio y es capaz de mostrarse indulgente, pues sabe hacer “distinciones entre el pecador y el que se esfuerza por el bien, entre aquel que se convierte en transgresor de la Ley a causa de una situación culpable y aquel que procede de una situación de necesidad” (p. 243).
Dos aspectos destacables del uso que hace el fariseo de las Escrituras: 1) las utiliza para exigir respuestas ante los conflictos de la vida y por eso los fariseos prueban a Jesús una y otra vez, con preguntas que apelan a los textos bíblicos (Bonhoeffer dice: “Léase tan sólo el capítulo 22 del evangelio de Mateo, con la cuestión del dinero del censo [Mt 22:15–22], de la resurrección de los muertos [Mt 22:23–33], del primer mandamiento de la Ley [Mt 22:34–40], además la historia del samaritano compasivo [Lc 10:25] y la disputa sobre la santificación del sábado [Mt 12:1ss]…). Y, 2) los fariseos usan las Escrituras para hallar una solución a los conflictos éticos, sin darse cuenta de que en realidad están repitiendo la tentación del diablo, que consiste en adjudicarle al ser humano la capacidad de saber sobre el bien y el mal, sin necesidad de confiar en Dios (Gen 3:1; cf. también las tentaciones del diablo a Jesús, citando las Escrituras, Mt 4:1–11).

El camino ético de Jesús es la obediencia de la voluntad de Dios

Por el contrario, Jesús actúa con una sorprendente sencillez, ejerciendo una insólita libertad. Jesús no busca entre las diversas posibilidades o alternativas éticas, no se pregunta por lo bueno y por malo, no se plantea qué es pecado y qué no lo es, sino que busca una sola cosa: hacer la voluntad de Dios. Jesús, nos dice Bonhoeffer, “llama alimento suyo el hacer esta voluntad” (Jn 4:34).

Actividades

OREMOS POR LAS PRÓXIMAS DETERMINACIONES QUE HA DE TOMAR LA CONGREGACIÓN

***

CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 30 de junio, 19 hrs.
Modera: A.I. Lauro Adame B.

Llamamiento: Sofonías 3.12-18
Himno: “Dios, grande es tu amor” (56)
Oración de ofrecimiento
Himno: “Dad a Dios inmortal alabanza” (245)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Miqueas 5
Tema: El rey mesiánico
Himno: “Hay un pastor que a los suyos amó” (247)
Ofertorio
Bendición pastoral

MIQUEAS Y SUS CONFLICTOS
Haroldo Reimer

Leyendo Miqueas 1-3 va quedando claro que estamos delante de palabras proféticas bien radicales. En el trasfondo está un conflicto básico entre campo y ciudad. Se verifica también un choque cultural. Desarrollos culturales y aculturaciones dentro del mismo y propio pueblo entran en choque.
Miqueas anuncia que la élite urbana, así como la misma ciudad junto con el templo, tendrán un fin inminente (cap. 3). Habrá como que un “vacío de poder”. Y la élite campesina latifundista será despojada de sus bienes y de la posesión de sus partes de tierra. Estas familias serán excluidas de la “reforma agraria” propuesta (Mi 2.4-5). Estamos aquí delante de “sueños revolucio­narios”.
Es evidente que la ruina será grande. En el campo la profecía reactiva el potencial cultural tribal e incendia la utopía de orga­nización sin explotación excesiva. La gente del campo se reorganizará según su cultura tradicional (redistribución de la tierra por sorteo, forma de vida aldeana, etcétera).
¿Y el poder urbano? La ciudad sucumbirá. Su fin está anunciado. Sufrirá una devastación total, en la que los campesinos tendrán el pa­pel de protagonistas (cf 3.12 y también 2.8-10). Sobrarán ruinas encubiertas por matorrales. En el imaginario profético de Miqueas, sin embargo, parece traslucirse también un chance de reorganización de un poder central. Eso parece estar presente en un fragmento de Miqueas en el capítulo 5:

Y tú, Belén de Efratá, pequeña demás para figurar entre los miles de Judá,
de ti saldrá aquel que habrá de gobernar en Israel.
Su origen es desde los tiempos antiguos,
desde los días de la eternidad. (Mi 5.1-2).

El texto tiene aires mesiánicos. Miqueas prevé un nuevo gobernante. Éste saldrá de la aldea más insignificante de Judá, de donde nadie sería reclutado para participar del po­der del Estado. Y donde probablemente tam­bién nadie estaría corrompido por el bacilo del poder. Miqueas prevé el resurgimiento de un gobernante como David.19 En eso él se revela como adepto del linaje davídico, tal vez hasta monarquista como Isaías (Is 11.1-9), sin embargo, con una perspectiva de un “davidis­mo campesino”. Después de la ruina, la reorganización tendrá nueva calidad en las relaciones de poder.
_____________________________________

PRÓXIMAS ACTIVIDADES
Julio: La fe, certeza de lo que se espera
5 - Santa Cena / Reunión de Consistorio
12 - Reunión congregacional

Presente y futuro de la iglesia ante las promesas de Dios, L. Cervantes-O.

28 de junio, 2015

Por eso te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia, y el poder del abismo no la vencerá.
Mateo 16.18, La Palabra (Hispanoamérica)

La iglesia, como pueblo de Dios presente en la historia, debe afrontar siempre su presente y su futuro asido a las promesas de su Señor y Salvador. Como continuidad de la comunidad del Antiguo Testamento, la iglesia ha recibido también las que el pueblo de Dios recibió con anterioridad, aunque cuando el propio Señor Jesucristo replanteó la forma que debía adquirir el grupo de sus seguidores/as, también renovó esas promesas y proyectó la presencia de la comunidad en el mundo de una manera diferente. Desde la llamada de Abraham, y a través de todos los episodios históricos, tan bellamente descritos por Hebreos cap. 11, el perfil comunitario del pueblo es una constante que se fue adaptando según el designio divino se fue revelando. Así, al momento de que el pueblo antiguo dejó de vivir bajo una monarquía, la esperanza mesiánica lo fue dotando de una comprensión que debía ir más allá de los usos humanos y políticos para retomar las intenciones originales de formar una auténtica comunidad alternativa a los usos y costumbres de las diversas épocas. Con ello, se podrían superar las inclinaciones hacia un uso del poder, entre otras cosas, que no debían prevalecer en esa nueva comunidad.

El famoso episodio de Mateo 16 en el que pregunta a sus discípulos sobre el concepto que tenía el mundo sobre él (“¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”, v. 13), algo que dicho sea de paso ellos debían de saber muy bien, lo cual no deja de ser una gran lección hasta hoy, pues la pregunta sobre la imagen y naturaleza del Señor quienes primero deben hacérsela son sus seguidores a fin de advertir las dimensiones del compromiso para el cual son llamados. Las ideas que circulan en el mundo sobre el Maestro de Nazaret deben ser debatidas y respondidas por los discípulos, para que la doctrina que ellos difundan sobre él clarifiquen y anuncien adecuadamente su mensaje, tal como lo intentaron los primeros seguidores en los Evangelios. Las diversas imágenes y creencias sobre Jesús, muchas veces contradictorias y falseadas, desde que fue un gran iniciado o hasta un revolucionario insurrecto tienen que ser confrontadas con las que proporciona el Nuevo Testamento para que, luego de un discernimiento espiritual profundo, pueda ofrecerse como parte de la proclamación del Evangelio de amor y justicia de Dios.

La variedad de opiniones (v. 14), fruto de una pluralidad ideológica indudable, no debe hacer que la iglesia flaquee en su apreciación central de la persona de Jesucristo, razón de ser de su existencia en el mundo y ante la que es preciso tomar una determinación: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy?” (v. 15). Si ésta es de aceptación y compromiso, como la de Pedro (“¡Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo!, v. 16b), inmediatamente se da por sentado el acceso a la comunidad de seguidores/as por la mediación directa del Padre (v. 17), aun cuando sea siempre imperfecta en virtud de sus componentes humanos, pero llama la atención que Dios y Jesús mismo sigan confiando en la necesidad de crear esa comunidad, a sabiendas de sus debilidades y flaquezas. El gran malentendido que a veces es la iglesia (en palabras de Emil Brunner), no la desnaturaliza ni le resta dignidad pues, por el contrario, la establece como una realidad dotada de autoridad espiritual en el mundo y ésa es la raíz de las promesas que recibirán los discípulos: “…los vv. 17-19 ofrecen un relato del fundamento de la autoridad pospascual en la Iglesia y del encargo del liderazgo. […] El término ekklesía se encuentra solamente aquí y en 18.17 en los cuatro evangelios. Se refiere a la asamblea del pueblo de Dios”.[1]

Al edificar sobre la afirmación de Pedro la realidad y fortaleza de la iglesia (v. 18), la promesa fundamental consiste en que “el poder del abismo” (“las puertas del infierno”, RVR, expresión usada en diversos lugares del AT: Is 38.10, Job 38.17, Sal 9.14) no podrá vencerla, pues “Mateo relaciona aquí a la Iglesia con el reino: la Iglesia es una disposición interina que media la salvación en el tiempo entre el ministerio terreno de Jesús y al futura llegada del reino”.[2] Atar y desatar en la tierra y en el cielo (v. 19) es la siguiente parte de la promesa que, en 18.18 es entregada a la comunidad como un todo: “Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo”, lo que echa por tierra que únicamente Pedro como apóstol o “papa” tendría esa potestad, relacionada con la toma de decisiones definitivas dentro de la iglesia. La autoridad de la iglesia, por tanto, será de naturaleza colegiada siempre, para terminar con las inclinaciones al abuso de poder espiritual y material al interior de la comunidad naciente. Queda claro que deben leerse paralelamente los caps. 16 y 18 a fin de llegar a conclusiones sanas y correctamente aplicables en estos temas.

Por todo ello, estas promesas del Señor para la vida de su pueblo, en el perfil comunitario que se estaba delineando, son claras y reclaman de ella, en primer lugar, la humildad que tanta falta le hizo a Pedro luego de recibir la revelación divina sobre el mesianismo de Jesús, que aún no debía compartirse de manera tan inmediata, pues debía concluir primero la formación de los discípulos y madurar el momento para su manifestación, con todo y que el esquema de Mateo obedece más bien al rechazo del pueblo judío a la persona de Jesús. La garantía de que la iglesia como nuevo pueblo de Dios podría cumplir con su responsabilidad es el sello que debe caracterizar siempre la fuerza con que ella debe asumir su papel en el mundo, pues su presente y futuro no dependen de su capacidad para adaptarse a mejores posiciones sino de su fidelidad al interminable y exigente amor que Dios le manifestará siempre.



[1] Benedict T. Viviano, “Evangelio de Mateo”; en R.E. Brown et al., eds., Nuevo comentario bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento y artículos temáticos. Estella, Verbo Divino, 2004, p. 111, http://laicos.antropo.es/biblia-y-libros/Nuevo-comentario-biblico-San-Jeronimo.Nuevo-Testamento.pdf.
[2] Idem.

Mateo 16.13-20




13 Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
14 Ellos contestaron: —Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún otro profeta.
15 Jesús les preguntó: —Y ustedes, ¿quién dicen que soy?
16 Entonces Simón Pedro declaró: —¡Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo!
17 Jesús le contestó: —¡Feliz tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún mortal te ha revelado esto, sino mi Padre que está en los cielos! 18 Por eso te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia, y el poder del abismo no la vencerá. 19 Yo te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
20 Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

domingo, 21 de junio de 2015

Letra 423, 21 de junio de 2015

UNA PALABRA SINCERA
Karl Barth
Instantes. Santander, Sal Terrae, 2005, p. 110.

Predica la palabra, sal en su favor.
2 Timoteo 4.2

L
a comunidad cristiana sabe a quién le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Precisamente por eso sabe distinguir entre el poder terrenal auténtico y el falaz, entre la autoridad establecida por Dios y la caprichosamente inventada y entronizada por los seres humanos. Por eso está agradecida a todo poder y autoridad auténticos, verdaderos, establecidos por Dios, que ponen límites a la inhumanidad y crean un espacio para la humanidad. La comunidad cristiana no debe ser indiferente en este asunto. Con demasiada frecuencia se ha dejado intimidar en este campo y ha callado cuando habría tenido que hablar.
La comunidad cristiana como tal no puede ni debe, ciertamente, hacer política. Pero sí puede y debe hacer saber a los pueblos y gobiernos que la política es culto divino, que la justicia y la libertad son dones de Dios. Puede y tiene la obligación de preguntar, llamar, rogar, exhortar, con toda sinceridad y amor, allí donde el Estado amenaza con diluirse o, por el contrario, con anquilosarse; allí donde amenaza con ponerse al servicio de la injusticia y no de la justicia, de la falta de libertad y no de la libertad; allí donde amenaza con ofender al ser humano, a Dios o a ambos. La comunidad cristiana es responsable de lo que suceda o deje de suceder en el Estado. Le debe a éste su palabra sincera. ¡Mejor será salir tres veces de más que una de menos en favor de los débiles; mejor será alzar exageradamente la voz que mantenerla en un tono discretamente bajo allí donde están amenazadas la justicia y la libertad!
_____________________________________

UN PANORAMA DE LA COMUNIÓN MEXICANA DE IGLESIAS REFORMADAS Y PRESBITERIANAS (CMIRP) (I)


1. Antecedentes
·    El Presbiterio Juan Calvino, organizado en febrero de 1989, es el antecedente inmediato de esta Comunión. Durante casi 20 años promovió la apertura de los ministerios a las mujeres y en un diversas ocasiones realizó estudios sobre el tema: en 1991, 1998 y 2004.
·    En 2010 aprobó un documento votado en las iglesias miembros que afirmó el compromiso del Presbiterio con el sacerdocio universal de los/as creyentes.
·    En agosto de 2011, dos de sus integrantes (Amparo Lerín y Alberto Arenas) fueron ponentes en el Concilio teológico de la INPM sobre la ordenación de las mujeres en Xonacatlán, Estado de México. Las ponencias están publicadas en internet: http://issuu.com/cmirp/docs/hijasdezelofehad-ponencias2011.
·    La directiva del Presbiterio en funciones se declaró incompetente para aplicar los acuerdos y se sometió a los dictados de la Asamblea General de la INPM, violando la reglamentación interna e incurriendo en desacato, por lo que fue desconocida.
·    Como consecuencia de los acuerdos del Concilio, en septiembre de 2012 fueron excomulgados: Alberto Arenas, Hugo Gallardo, Dan González Ortega, Silfrido Gordillo, Rubén Montelongo, David Abdiel Rodríguez y Felipe Vera (http://protestantedigital.com/magacin/12977/Entre_la_indignacion_y_el_compromiso).

2. Fecha de organización
·    El 28 de octubre de 2012, Domingo de la Reforma Protestante, se ordenaron Amparo Lerín y Gloria González Esquivel, dando inicio a la Comunión. Se acordó trabajar juntamente con comunidades de Chiapas (Codiprech).
·    El nombre de “Comunión” se asumió en consonancia con el de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (www.wcrc.ch), organizada en 2010 y que ha dado continuidad a los trabajos de la Alianza Reformada Mundial.

3. Estructura actual, forma de gobierno y sostenimiento económico
·    Inicialmente, continuó la directiva que, con base en la normatividad vigente del Presbiterio Juan Calvino, retomó los acuerdos, presidida por el Pbro. Rubén Montelongo. El 12 de noviembre de 2013 fue electo Coordinador general el Pbro. Silfrido Gordillo Borralles.
·    Existen otras coordinaciones: Teología y Pastoral, Finanzas, Comunicación y Divulgación.
·    Se acordó respetar la autonomía en su forma de gobierno, denominación (presbiteriana o reformada) y liturgia de las comunidades integrantes.
·    Se eliminó la clasificación entre iglesias, congregaciones y misiones, para reconocer solamente comunidades.
·    Las aportaciones (cuotas) sostendrán a la CMIRP.
  • Se encuentra en proceso la elaboración de estatutos y declaración de fe bíblico-doctrinal. Cuenta con una Declaración de principios (http://issuu.com/cmirp/docs/cmirp-principios).

4. Registro, afiliaciones y membresía
·    Se plantean algunas alternativas o esquemas para el registro de la CMIRP, incluyendo la posibilidad de registrar una Asociación Civil.
·    Registro por separado de las comunidades respetando las propiedades de cada una, registro común como Asociación Religiosa, etcétera.
·    La CMIRP ha dado los pasos para integrarse como miembro de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL, www.aipral.org), así como de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, el Consejo Latinoamericano de Iglesias (www.claiweb.org) y el Consejo Mundial de Iglesias (www.oikoumene.org).
·    Las comunidades que se integren lo pueden hacer como miembros fraternales o de pleno derecho. En el primer caso, sólo se adquiere un compromiso moral y espiritual.

5. Comunidades que la integran
·    Antioquía, Samuel Gompers 37, Jacarandas, Del. Iztapalapa, D.F.
·    Bethel, Calle 9 núm. 70, Olivar del Conde, Del. Álvaro Obregón, D.F.
·    El Shadday, Yosemite 45, Nápoles, Del. Benito Juárez, D.F.
·    Eben-Ezer, Calle 6, Mz.232, Lote 15, Niños Héroes, Valle de Chalco, Estado de México.
·    Esmirna, Calle 44 núm. 103, 5° Fraccionamiento, Flores Magón, Cuernavaca, Morelos.
·    Gente Nueva, Colina de Hernán 2-C, Mz 25, Lote 22, Colinas del Sol, Almoloya de Juárez, Estado de México.
·    Gethsemaní, Allende 139, Del Carmen, Del. Coyoacán, D.F.
·    Juan Amador, Morelos 38, Santa María Zozoquipan, Toluca, Estado de México.
·    Peniel, Persia 65 esquina con Asia, Romero Rubio, Del. Venustiano Carranza, D.F.
·    Dos comunidades se retiraron.

6. Pastores/as y Candidatos al Santo Ministerio (con voz y voto)
·    Alberto Arenas Mondragón, Leopoldo Cervantes-Ortiz, Emmanuel Flores Rojas, Hugo Gallardo Duarte, Dan González Ortega, Silfrido Gordillo, Margarita Islas Marín (†), Amparo Lerín Cruz, Raúl Méndez Yáñez, Héctor Mendoza Núñez, Rubén Montelongo, George Reyes, Felipe Vera Palacios.
·    Fernando Díaz Navas, Jerónimo Díaz, Édgar Flores Rojas, Chris Galdámez, Merari Jafet López Acero, Daniel Nava, Tania Tamez Grenda, Gerson Trejo Gutiérrez.

7. Actividades realizadas
·    La CMIRP continúa con las labores de la Facultad Latinoamericana de Teología Reformada, integrada a la Comunidad Teológica de México, para ofrecer formación bíblico-teológica a sus estudiantes y miembros.
·    Primera reunión de Comuniones, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1-2 de diciembre de 2012.
·    1er Encuentro de Mujeres Unidas Caminando, 9 de marzo de 2013, iglesia Antioquía.
·    3ª Reunión nacional, Ciudad del Carmen, Campeche, 6-7 de abril de 2013.
·    Segundo Encuentro de la Red de Mujeres Libres en Cristo,1-2 de junio de 2013.
·    4ª Reunión nacional, Iglesia Peniel, octubre de 2013.
·    Trabajo juvenil a cargo del candidato al santo Ministerio Merari Jafet López Acero.
·    Inicio de trabajos misioneros en el poniente de la ciudad, a cargo de los Pbros. Héctor Mendoza Núñez y George Reyes, según acuerdo tomado en la Iglesia Ammi-Shadday en octubre de 2014.
________________________________

¿AUTORIDAD DE LA BIBLIA O EL PODER TRANSFORMADOR DE LA PALABRA?: NOTAS SOBRE EL USO DE LAS ESCRITURAS EN LOS PROBLEMAS ÉTICOS CONTEMPORÁNEOS (II)
Víctor Hernández Ramírez,  Lupa Protestante,  9 de junio de 2015

La Biblia: ¿conjunto de normas o Palabra que transforma?
El creyente (e incluso el no creyente) busca en la Biblia. ¿Qué busca? Un camino para sus inquietudes espirituales, un sentido para su vida y las miles de dificultades, pequeñas o grandes, que enfrenta cotidianamente. En el mundo evangélico o protestante está claro que nos acercamos a la Biblia desde la experiencia de fe, a partir del encuentro con Dios por medio de Jesucristo. Esa experiencia espiritual da lugar a una manera de vivir transformada por el Espíritu Santo. Lo que no está siempre claro es la manera como la Biblia ilumina las cuestiones éticas y el modo en que afecta las decisiones para actuar éticamente. A veces parece haber un divorcio entre la experiencia de fe en Jesús y la manera de responder a los desafíos éticos, guiados por la Palabra y el Espíritu Santo.
No pretendo resolver algo tan complejo, como es la relación entre el creer y el actuar cristianos. Pero me parece que básicamente hay tres maneras (dos, en realidad) de “usar” la Biblia frente a las cuestiones éticas.
Una manera consiste en reconocer que por medio del evangelio de las Escrituras tenemos la experiencia de encuentro con Jesús, y esas Escrituras alimentan nuestra vida espiritual y nos permiten crecer en la fe, pero en el momento de responder a las cuestiones éticas (¿Qué hacer? ¿Qué puede guiar mis decisiones ante X situación?), entonces buscamos en la Biblia las reglas o las normas que se pueden aplicar en el presente. Se suelen dejar de lado las reglas más extravagantes (no mezclar tejidos de ropa) o ilegales o algunas normas se aplican en unas familias evangélicas y en otras no, o hay reglas que se dejan de aplicar en las iglesias, pero frente a problemas vigentes se mantiene más o menos la misma operación: considerar que en la Biblia hay unas normas, unas reglas, que responden a las cuestiones éticas que nos aquejan. Este es el modo que llamaría imperativo, que consiste en asumir que en la Biblia hay unas leyes o normas que tienen vigencia por sí mismas (esto es importante: por sí mismas, quiere decir, sin necesidad de vincularlas con la experiencia con Dios por medio de Jesucristo) para la ética de los creyentes.

Hay una segunda forma, que en realidad no es sino la simple negación de la anterior, que podemos llamar relativista total, y que consiste en renunciar a tomar cualquier regla o mandamiento de la Biblia como algo que se relacione con la vida contemporánea. En ésta posición, la Biblia sólo nos permite conocer a Dios por medio de Jesucristo, pero no tenemos forma alguna de articular una ética bíblica, puesto que las normas de la Biblia eran para otros contextos, del pasado. Entonces, el creyente sólo tiene acceso a una experiencia espiritual individual, pero en términos éticos se queda sin ayuda alguna por parte de las Escrituras: ha de fiarse sólo de la razón y de algunas de las argumentaciones filosóficas o del humanismo que le rodea, para fundamentar lo ético.


La tercera forma, o la segunda en realidad, consiste en que la Biblia vuelva a nosotros como Palabra viva. Esto quiere decir no tomar la Biblia como conjunto de normas, sino asumir que en ella somos encontrados por una Palabra viva que transforma nuestra realidad y nos capacita para la acción ética. En esta perspectiva, la Palabra tiene un poder transformador sobre la historia, sobre las condiciones de la historia y sobre las personas que tienen una experiencia de comunión con Dios por medio de Jesucristo.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...