domingo, 29 de abril de 2012

Actividad de evangelización en el Parque Nacional El Chico, Hidalgo, 28 de abril de 2012 (2)







Actividad de evangelización en el Parque Nacional El Chico, Hidalgo, 28 de abril de 2012 (1)








Letra 267, 29 de abril de 2012



ANUNCIAN CELEBRACIÓN DE JORNADAS PRESBITERIANAS SOBRE HISTORIA, TEOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA
ALC Noticias, 26 de abril de 2012

Con el patrocinio de 10 organismos e instituciones, entre los que se cuentan la Comunidad Teológica de México, la Fraternidad Teológica Latinoamericana, la Editorial Manda y la Red Latinoamericana de Estudios sobre Juventudes y Religiones, se anuncia la realización de las Jornadas Presbiterianas (1857-2012): Historia, teología, antropología, una serie de conferencias, mesas redondas y exposiciones que se llevarán a cabo en la Ciudad de México, entre mayo y noviembre del presente año.
Este evento coincide con las celebraciones por el 140º aniversario de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM), que remite sus inicios a la llegada de los primeros misioneros estadounidenses al país, en 1872, año de la muerte del presidente Benito Juárez, aun cuando unos 15 años atrás ya existían algunas comunidades evangélicas. En el estado de Zacatecas, particularmente, varias familias llevaban a cabo cultos al menos desde 1856. Se considera que el templo “Sinaí”, de la localidad de Villa de Cos, es el más antiguo del país, pues fue inaugurado en 1870. La misionera Melinda Rankin comenzó su labor en Matamoros, Tamaulipas, al norte del país, desde 1862.
En la primera fecha, 18 de mayo, cuya sede será la Iglesia Ammi-Shadday, habrá una mesa redonda con el tema “Historia e historiografía del presbiterianismo”, en la que participarán Hugo Daniel Sánchez E., Penélope Ortega, y Eliseo Vílchez B. Los dos primeros, estudiantes de posgrado en la UNAM, han escrito tesis acerca de la presencia presbiteriana en México desde fines del siglo XIX y principios del XX. Vílchez ha sido profesor de historia en diversas instituciones en Perú y en México.
“El presbiterianismo: ¿un pueblo con mentalidad teológica?”, es el tema del par de mesas que tendrá verificativo los días 6-7 de julio en la Iglesia Gethsemaní del sur de la ciudad (contigua a la casa de Frida Kahlo), y en las que se presentarán: Leopoldo Cervantes-Ortiz, Dan González Ortega, Amparo Lerín Cruz, Rubén Montelongo, Salatiel Palomino L. y José Luis Velazco M. En estas dos mesas se revisará el legado teológico para cuestionar la famosa frase que hiciera célebre John A. Mackay, sobre la cual se han montado los discursos eclesiales y los proyectos de educación teológica.
El 8 de septiembre, en la librería Maranatha del Centro Histórico, el tema será: “El presbiterianismo: antropología social e historia”, y están confirmados los antropólogos Hedilberto Aguilar, Ariel Corpus y Raúl Méndez Yáñez, y el historiador Abraham Téllez A. Aguilar se graduó recientemente con un estudio sobre la identidad étnica entre los conversos al protestantismo, Méndez con una tesis sobre la masculinidad en el presbiterianismo urbano, Corpus con un estudio sobre las divergencias juveniles en el protestantismo indígena de Chiapas, y Téllez con un panorama sobre la introducción del protestantismo en México.
Finalmente, en la Comunidad Teológica, los días 9 y 10 de noviembre se celebrará un programa con el título: “El protestantismo a debate: mesas de consulta y conferencia final”, en el que durante la primera parte habrá una mesa sobre “Paladines del presbiterianismo mexicano”, con Emmanuel Flores, José Luis Pérez y Orlando Moreno Pérez.
En esa ocasión se analizará la relevancia de figuras como Juan Amador, iniciador del protestantismo en Zacatecas, Melinda Rankin, Arcadio Morales, Eleazar Z. Pérez, Moisés Sáenz, padre de la escuela secundaria mexicana, su hermano Aarón, precandidato presidencial en 1929, Evangelina Corona, ex diputada federal, y otros nombres más.
El sábado 10 por la mañana se hablará de “El presbiterianismo en otros ámbitos”, con la colaboración de Pedro Salmerón Sanginés, Sergio Cárdenas y Jainite Rueda. Salmerón publicó una biografía de Aarón Sáenz; Cárdenas es egresado del Seminario Presbiteriano y fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional; y Rueda ha estudiado la integración de los jóvenes en comunidades presbiterianas. Al mediodía, se expondrá una conferencia magistral, para que, por último, la historiadora Deyssy Jael de la Luz García presente una relatoría de todo el encuentro. (LCO)
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AUMENTAN LAS PROTESTAS POR MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN REFERIDA A LA LIBERTAD RELIGIOSA
ALC Noticias, 27 de abril de 2012


Siete denuncias ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por actos en los municipios de Puebla, Calpan, Amozoc, Izúcar de Matamoros y San Nicolás de los Ranchos, hablan de la intolerancia religiosa en esta región, según denunció, esta semana, el representante del Foro Cívico México Laico, Rubén Darío Jiménez Mejía.
A las puertas del Congreso Local de Puebla, Jiménez Mejía, acompañado de otras 400 personas de diversas organizaciones civiles de tipo religioso, solicitaron a los legisladores que analicen, con seriedad y profundamente, la reforma al artículo 24 de la Constitución, referido a la libertad religiosa, que recientemente, fuera aprobado por el Congreso de la Unión.
El líder del Foro argumentó que si los legisladores de esa región avalan la reforma hecha desde ese organismo, están ante el riesgo de que se incrementen los casos de intolerancia religiosa, los cuales podrían llegar a agresiones físicas y contiendas entre los diferentes grupos de creyentes, lo cual constituiría un retroceso en los esfuerzos por la construcción de un estado laico, cuando ya, en una escuela primeria de San Lucas Atzala, municipio de Calpan, un grupo de niños fue obligado a besarle los pies a una imagen religiosa.
Dijo, también, que traía consigo unas 50 mil firmas que avalan la inconformidad, cuando los ciudadanos no han solicitado que el artículo sea reformado. A la par que negó que los grupos religiosos estén buscando algún beneficio político en relación con otros, sino que los derechos humanos individuales sean respetados al garantizarse la libertad de culto y un estado totalmente laico.
Jiménez Mejía expresó a la prensa que el movimiento que él representa articula a 14 asociaciones religiosas, entre las que se encuentran cristianos, mormones, testigos de Jehová, la Iglesia del Buen Pastor y de la Iglesia de la Luz del Mundo, entre otras.
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HALLA LA PGR A VÍCTIMA DE CASITAS DEL SUR EN SALTILLO
Rubén Mosso, Milenio Diario, 24 de abril de 2012



A cuatro años de haber desaparecido del Centro de Adaptación e Integración Familiar (CAIFAC), en Monterrey, Nuevo León, el cual guarda relación con el albergue Casitas del Sur, en la Ciudad de México, la Procuraduría General de la República (PGR) localizó e identificó a un menor de edad que fue sustraído ilegalmente. Con él suman dos menores recuperados.
Se trata del adolescente de nombre de Julio César “N”, quien ahora cuenta con 14 años de edad, y que logró escapar de una casa ubicada en Saltillo, Coahuila, en donde presuntamente era explotado. Su fuga ocurrió hace más de tres semanas, por lo que autoridades estatales dieron aviso a la PGR tras encontrarlo vagando en las calles de Saltillo.
El menor aseguró que fue raptado del Centro de Adaptación e Integración Familiar, por lo que fue entregado a los neoleoneses.
El personal de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia en Nuevo León tuvo contacto con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), a quien se le informó de lo ocurrido.
Durante más de tres semanas la PGR practicó exámenes periciales para corroborar la identidad del menor.
Ahora se realizan las gestiones legales correspondientes para que el menor sea devuelto a su familia y se le brinda apoyo psicológico especializado.
Por su parte, el agente del Ministerio Público Federal adscrito a la SIEDO solicitó y obtuvo autorización de un juez federal para realizar un cateo en el referido domicilio de Coahuila, que se encontró deshabitado y que quedó asegurado.
En octubre de 2010, la PGR localizó también a un menor sustraído ilegalmente de Casitas del Sur, el cual fue entregado a la Iglesia Cristiana Restaurada.
La PGR lo recuperó porque la familia que lo adoptó decidió entregarlo.
Para esa fecha el menor contaba con 16 años y permanecía en un albergue del estado de Morelos, debido a que sus tutores —los abuelos que viven en el DF— manifestaron que no tenían los recursos económicos para mantenerlo.
Mientras tanto, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) decidió no proceder penalmente contra el pastor (de la citada iglesia) y la esposa de éste —quienes se hicieron cargo del muchacho—, ya que se comprobó que nunca pagaron por tenerlo bajo su cuidado.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el motivo por el que atendieron al muchacho es porque la mujer del pastor no podía tener hijos, por lo que pidieron a los dirigentes de la Iglesia Cristiana Restaurada poder adoptarlo.
En junio de 2011, el fundador de la Iglesia Cristiana Restaurada, Antonio Domingo Paniagua Escandón, Kelú, fue internado en el penal de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas, por su presunta responsabilidad en la desaparición de 14 menores del albergue Casitas del Sur y del Centro de Adaptación e Integración Familiar (CAIFAC). Dicha persona fue extraditada por España.
En agosto de 2009, la PGR solicitó asistencia internacional a cinco naciones donde se encuentra establecida la Iglesia Cristiana Restaurada, para dar con el paradero de los 14 menores de edad que se presume pueden estar en esos países, en manos de integrantes de la congregación religiosa y que fueron extraídos ilegalmente de México.
La búsqueda de los menores no sólo se realiza en territorio nacional, sino que se ha extendido a Ruanda, Tailandia, El Salvador, Guatemala y Colombia, donde la citada Iglesia tiene nexos con miembros de su hermandad.
En los dos primeros países, existe un alto grado de explotación sexual infantil, de acuerdo con informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Indicaron que en esta investigación no solo participa Interpol, sino que las policías de las citadas naciones, quienes han intensificado sus labores para dar con el paradero de los menores.
Actualmente, siete personas se encuentran sujetas a proceso penal por sus probables vínculos con la organización delictiva responsable de la desaparición de los menores. 

Actividades


EL SEGUNDO TALLER DE ACCIÓN SOCIAL SE POSPONE HASTA NUEVO AVISO.

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 1 de mayo, 19 hrs.

FE E HISTORIA: EL PREBITERIANISMO EN MÉXICO
Las fuentes de la historia (I) Modera: Hna. Eunice Palomino L.

LIBERALISMO Y TOLERANCIA RELIGIOSA
Jean-Pierre Bastian


A principios de 1856, Juan Amador, un escribano de hacienda radicado en Fresnillo, Zacatecas, escribió un violento panfleto anticlerical intitulado “El apocalipsis o la revelación de un sans culotte (sin calzones)”. Amador, allegado del general Jesús González Ortega, defendía los principios revolucionarios franceses de la igualdad, la soberanía del pueblo y la tolerancia religiosa, “sin la cual no podía haber verdadera democracia ni garantías para la inmigración extranjera”. El autor del panfleto denunciaba virulentamente los abusos del clero, así como “su inmoralidad y su riqueza”, exigía la derogación del fuero eclesiástico, la exclaustración de las órdenes religiosas y la separación de la Iglesia y el Estado. El folleto se agotó en pocos días, a pesar de que su precio subió cuando el obispo de San Luis Potosí compró cuantos ejemplares pudo para quemarlos. […]
Con la caída del imperio y la ejecución de Maximiliano, el anticatolicismo tuvo mayor libertad de movimiento. En Zacatecas, Juan Amador publicó un nuevo panfleto intitulado Despertador de los fanáticos, extracto de los retratos de varios papas, en el que atacaba a todos los pontífices romanos hasta Pío IX. También surgieron algunos periódicos anticatólicos editados por liberales juaristas, como en Acapulco, Guerrero. […]
En Zacatecas, Ramón Valenzuela, ex secretario de gobierno […] tomó la iniciativa a partir de 1868 al reunir alrededor de 60 a 80 hombres que formaban un club y después de sus reuniones trataban temas religiosos. Durante la intervención francesa, varios de esos hombres, entre ellos el propio Valenzuela, habían sido refugiados políticos en la casa del médico Julius Mallet Prevost, cónsul de Estados Unidos, en la que, sensibilizados por el protestantismo que profesaba Prevost, Severo Cosío, que había sido gobernador interino dos veces, era jefe de Hacienda del estado. Masón por lo demás, prestó sus casas para las reuniones de la disidencia religiosa […]
Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México, 1872-1911. México, Colmex-FCE, 1989, pp. 29-30, 37, 43-44.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

6 – Santa Cena/ Reunión de Consistorio/ Evaluación cuatrimestral
13 – Día de las madres
18 – 1ª Jornada presbiteriana, 18 hrs.
19 – Conferencia, STPM
20 – Día del Maestro/a
21-23 – Temas sobre familia, 19 hrs.
26 – Culto unido, Igl. de Texcoco, 16 hrs.
27 – Domingo de Pentecostés/ Clase unida

Espiritualidades de la cruz y de la gloria, L. Cervantes-O.

29 de abril de 2012



Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Efesios 2.14-16

Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que San Pablo es el iniciador de una práctica y un pensamiento cristianos ligados estrechamente a una comprensión del esfuerzo redentor llevado a cabo en la cruz de Jesucristo. Al colocarla como forma de vida y razón de ser de la cosmovisión cristiana, podría decirse que fundó una auténtica “espiritualidad de la cruz”, a contracorriente de la llamada “espiritualidad de la gloria”. En diversos lugares de sus escrotos apostólicos propone una forma de seguimiento de la cruz que va más de cualquier forma de legalismo tradicionalista, de “positivismo existencial” o, incluso, de la obediencia inconsciente de los nuevos mandatos cristianos, pues entre éstas y otras variantes que se han erigido como modelos para la vida cristiana se mueven todavía hoy muchas tendencias espirituales dentro de las iglesias.
Acaso algunos de los mejores indicios de la espiritualidad que proponía Pablo y que él extrajo como consecuencia de la acción salvadora de Dios en Jesús sean, por un lado, la afirmación de la cercanía de la salvación y, por otro, la superación del dualismo predominante en el pensamiento griego y que reaparece continuamente en la mentalidad cristiana. Lo primero lo expresa con una simplicidad asombrosa en Ro 10.6b-9: “No digas en tu corazón: ¿quién subirá al cielo? […]; o, ¿quién descenderá al abismo? […] Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Lo segundo es expuesto en esa magnífica frase de I Co 6.19-20: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
En su carta a los efesios (2.11-22), utiliza el lenguaje de la cruz para referirse a la reconciliación humana que es base de cualquier forma de espiritualidad útil, práctica, en el mundo. El alejamiento antiguo respecto de la voluntad de Dios (v. 11-12) es sustituido por una nueva manera de situarse en el mundo, de percibir a Dios y de relacionarse con los demás, justamente todos los elementos de la nueva espiritualidad. Los antiguos preceptos, ejemplificados por la incircuncisión han sido superados por la mediación de Jesucristo (v. 13), cuya cruz es el punto de partida, el ancla y el motivo para la nueva espiritualidad humana fundada en la salvación y la consumación de los propósitos divinos en el cosmos entero.
La paz instalada por Jesucristo, la manera en que derribó las barreras de separación entre los seres humanos (v. 14) es el requisito básico para que la espiritualidad procedente de la cruz sea una realidad que verdaderamente trascienda los comportamientos religiosos instituidos y entendidos como trabas, limitaciones y condicionamientos para la vida de las personas. Su carne es el espacio de salvación que ha conseguido semejante logro, es decir, en medio de la historia y del sometimiento a la ley (v. 15). Esta contraposición tan impensable entre la carne y la ley parece una auténtica provocación para griegos y judíos por igual, porque manifiesta radicalmente los extremos ideológicos y culturales a los que podía llegar cada religión o visión del mundo por su lado. Pablo sugiere que una auténtica espiritualidad cristiana es capaz de ir más allá de ambas perspectivas y de ofrecer normas de vida y de fe suficientes y efectivas para situarse en el mundo ante todas las cosas.
La cruz ha conseguido reconciliar estos extremos y ha “matado las enemistades” (v. 16b) raciales, culturales y de todo tipo para fundar una nueva manera de vivir en el mundo. Así, será más espiritual quien sea más humano, más solidario y congruente con las convicciones que diga tener. “Las buenas nuevas de paz” traídas por Jesús llegan por ir a los cercanos y a los lejanos para que todos tengamos “entrada al Padre” (v. 18) mediante el mismo Espíritu. Pues el objetivo final será ser edificados mutuamente a través del edificio humano y espiritual que construye el Espíritu Santo (vv. 19-22).

A la luz del plan eterno de Dios, de la obra de Jesús en la cruz para hacer la paz, y del poder del Espíritu que obra extraordinariamente en la vida de los cristianos, éstos son llamados a vivir a la altura de su vocación: como primicias de la nueva creación, del shalom de Dios. Ello implica manifestar virtudes que caracterizaron a Jesús, el Mesías, es demostrar el fruto del Espíritu, y usar los dones que el mismo Espíritu da, para mantener la unidad y la reconciliación creadas por Dios en Cristo.[1]

Ésta es la espiritualidad de la cruz, de servicio y humildad autocrítica, a diferencia de la “espiritualidad de la gloria”, basada en el triunfalismo y en el supuesto éxito absoluto en todo lo que se hace. La orientación paulina es bastante clara al respecto.


[1] Mariano Ávila Arteaga. Carta a los efesios. Miami, Sociedades Bíblicas Unidas; 2008, p. 152.

Efesios 2.11-22, Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy


Sello de Juan Calvino

Por tanto, recuerden que en otro tiempo, ustedes los gentiles en la carne, que son llamados “incircuncisión” por la tal llamada “circuncisión,” hecha en la carne por manos humanas, recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la comunidad de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo.  Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.
Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, poniendo fin a la enemistad en su carne, la Ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en El mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz,  y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad. Y vino y anunció paz a ustedes que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca.  Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios.  Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.  En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Video del XVII Aniversario

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Fotografías del XVII Aniversario

22 de abril de 2012

domingo, 22 de abril de 2012

Reseña de aniversario (1995-2012)


Mía es la plata y mío es el oro, declara el Señor de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar daré paz, declara el Señor de los ejércitos.
Hageo 2.8-9, Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy

No teníamos idea del camino que habríamos de transitar y, menos aún, los lugares a los cuales Dios nos conduciría durante este tiempo, 17 años de trayecto en los que Dios nos ha manifestado de manera especial su bondad y misericordia, y nos ha colmado de ricas y abundantes bendiciones. Muy bien podríamos, igual que el profeta Samuel levantar un monumento en nuestro corazón y decir: “Hasta aquí nos ayudó Jehová” (I Samuel 7.12), y tener la plena confianza en que el Señor nos ha conducido en esta aventura de fe y que, por lo tanto, Él siempre estará con nosotros. “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre sea la gloria” (Salmo 115.1).
Nuestros inicios como congregación se remontan a 1990, cuando un pequeño grupo de hermanos, siervos de Dios que nos antecedieron en este trayecto, encontraron su motivación en el pasaje que dice: “Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11.1-3). En ese año surgió la inquietud de iniciar un proyecto de crecimiento de la iglesia Príncipe de Paz y fue así como se propuso un plan para establecer cuatro congregaciones en diferentes puntos de la ciudad, acordando el consistorio de la iglesia apoyar lo que parecía más viable. Un pequeño grupo de hermanos se reunía semanalmente, cada vez en una casa de diferente familia con el único propósito de poner en las manos de Dios la posibilidad de iniciar una misión en el norte de la ciudad. Entre ellos estaban: Jonathan y Gloria Forcada, Daniel Soto y su esposa, Vicky Apasa, Rafael Pineda y familia, las hermanas Sara y Pina Romero, Hiram y Ruth Palomino. Así, el grupo fue creciendo con la presencia de Javier y Pili Díaz, Rubén Núñez y su esposa Laurita, Samuel Hernández y Mati, y otros hermanos más.
El 13 de diciembre de 1992 en el culto de aniversario de la iglesia Príncipe de Paz se realizó un solemne culto de envío en el que un grupo de aproximadamente 60 hermanos tomó la decisión de formar parte de la congregación, siendo constituidos por el Consistorio con el propósito de abrir un nuevo lugar de predicación y ministerio cristiano, denominándose Congregación “Príncipe de paz norte”. A fin de iniciar los trabajos, se rentó un salón para banquetes en “El alfil negro”, ubicado en Av. de los100 Metros esquina Montevideo, donde se realizó el primer culto el domingo 7 de enero de 1993, con cerca de 30 hermanos, mismos con los que se nombró el 31 de enero de 1993 la primera mesa directiva con Hiram Palomino López, presidente; Rubén D. Núñez Castro, vicepresidente, Rafael Pineda, secretario; y Jonathan Forcada Medrano, tesorero. Por decisión propia, el hermano Rafael Pineda regresó a la iglesia Príncipe de Paz, y en su lugar se nombró al hermano Pablo Gil (padre) y como vocales a los hermanos Ricardo Ruiz, Samuel Hernández, y como representante consistorial fue nombrado el doctor Ezequiel Salcedo Segura.
En reunión congregacional fueron nombrados candidatos a ancianos los hermanos: Rubén Núñez, Jonathan Forcada, Pablo Gil (padre), Samuel Hernández e Hiram Palomino L., y para el diaconado los hermanos Ricardo Ruiz, Pablo Gil (hijo), Israel Núñez, Javier Díaz, Daniel Soto, Rafael Pineda y Raúl Palacios. Posteriormente, los hermanos Soto, Pineda y Palacios desistieron de su permanencia en la congregación, reincorporándose a la iglesia Príncipe de Paz, iniciándose el primer lunes de febrero de ese año el proceso de preparación de los candidatos electos. A escasos seis meses de iniciado el trabajo y por necesidades de la iglesia Príncipe de Paz, el pastor Jerry Cross dejó de colaborar, pero a pesar de las circunstancias, cada miembro servía con fidelidad haciéndose cargo ya fuera de la predicación, la visitación y la enseñanza. Durante este tiempo se trabajó arduamente en consolidar la membresía y en el mes de septiembre de ese año se celebró por primera vez el sacramento del bautismo de cinco niños y cuatro jóvenes que se recibieron como miembros.
En octubre de 1993, se tomaron tres acuerdos muy importantes: 1) presentar al consistorio un proyecto para la adquisición del terreno e iniciar la construcción del nuevo templo; 2) establecer como meta el mes de marzo de 1994 para la organización como iglesia; y 3) comenzar la búsqueda de un pastor. En cuanto esto último, la comisión nombrada por el consistorio de la iglesia realizó gestiones entre diciembre de 1993 y enero de 1994. En marzo de 1994, esta comisión informó que se había entrevistado con el presbítero Salatiel Palomino, quien estaría disponible para colaborar con nosotros a partir de mayo. El representante consistorial A.I. Ezequiel Salcedo, al ver que los trámites por parte del consistorio se prolongaban propuso que el presbítero Palomino trabajara como pastor invitado. Y así fue que el Señor nos envió a este siervo suyo para ejercer el ministerio pastoral. El 24 de julio del mismo año, el Consistorio de Príncipe de Paz, a través de la comisión de relaciones iglesia-congregación, llamó a la directiva para dar a conocer que por acuerdo y por un reglamento interno el pastor Palomino no podía ser admitido para hacerle el llamamiento. Al informar a la congregación, todos los miembros tomaron la decisión de inconformarse con el Consistorio y pedirle que reconsiderara su actitud, ya que a lo largo del tiempo que teníamos como congregación, siempre habíamos recibido trabas, negaciones y acuerdos incumplidos.
Con profundo dolor en nuestro corazón, consideramos que para mantener la relación eclesiástica dentro del espíritu de unidad, amor, sumisión y orden que deben caracterizarnos como cristianos, y debido a que nuestras peticiones no eran atendidas nos veíamos forzados a desligarnos definitivamente de la jurisdicción eclesiástica que nos había vinculado a ese consistorio. Les afirmamos ante Dios nuestro afecto fraternal, nuestro amor cristiano y nuestra comunión y finalmente, oramos por la prosperidad de la obra del Señor encargada a esa iglesia. El presbiterio designó al presbítero David Casillas para realizar las gestiones pertinentes y después de convocar a la congregación a reunión congregacional, el presbítero Casillas examinó a los candidatos a ancianos de iglesia y diáconos, y emitió su dictamen recomendando aceptar que la congregación pasara a ser iglesia, lo que sucedió el 23 de abril de 1995. Para tal fin se seleccionó el nombre propuesto para la iglesia por la hermana Miriam Gil: Ammi-Shadday, combinación de términos hebreos que puede traducirse como “Pueblo del Dios Todopoderoso”.
Un elemento esencial en la visión del pastor Palomino fue el carácter teológico del ministerio de la mujer, sin duda, un parte-aguas en la iglesia presbiteriana, pues se despertó el interés por la necesidad de cambios históricos. Junto con él y su esposa, la presbítera Laura Taylor, se reafirmó la convicción de que sólo el estudio de la Biblia es el instrumento para entender esta enseñanza, pues luego de un largo periodo de análisis y reflexión, tuvimos la bendición de compartir el momento histórico que le tocó vivir a las mujeres que fueron electas por la iglesia, y que han ejercido el ministerio de Ancianas de Iglesia: Martita Aguilar Arellano, Carmelita Castro, y las diaconisas Laurita Cabrera B., Leticia Forcada, Amalia Villar y Sandra Salgado A.
Otro legado no sólo espiritual que nos dejó la presbítera Taylor es el estandarte de la iglesia, que representar simbólicamente el sentido de nuestra vida comunitaria expresado en el nombre Ammi-Shadday. Además, el Consistorio escogió el lema propuesto por el hermano Adrián Martínez Leal, fundamentado en el hermoso texto que recoge la razón de las luchas y trabajos del escritor del Apocalipsis, quien, desterrado en la isla de Patmos, explica que todo esto lo sufre “por la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Ap 1:9, revisión de 1909). Este lema, junto con el estandarte, forma parte de nuestra documentación oficial.
Luego de una serie de búsquedas, nos convocamos para resolver la cuestión acerca del lugar al que Dios nos llevaría, pues Él ahora ponía ante nosotros un gran reto de fe, al demandar que edificáramos casa para su santuario. Hubo incertidumbre e incluso desánimo, sin embargo, ahí estuvo siempre el consejo pastoral del pastor Palomino, pero sobre todo, la convicción de que por la fe lo podríamos lograr. El pasaje bíblico que fue el detonador para emprender este gran paso de fe y que nos consolidó como iglesia, fue I Crónicas 28:9-10: “Y tú Salomón hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallaras; más si lo dejares él te desechará para siempre. Mira, pues, ahora que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate y hazla”. Después de muchos intentos por adquirir alguna propiedad para este gran propósito, el Señor puso a nuestro alcance los medios para comprar este predio, que en un principio era sólo la mitad de lo que ahora tenemos.
La vida de la iglesia ha girado en torno a la presencia de Cristo expresada eficazmente mediante la predicación de la Palabra y la administración de los sacramentos. En 1993, y como pastor fundador tuvimos la presencia de Jerry Cross y su esposa Peggy; de 1994 a 1999, el doctor Palomino López y Laura Taylor, quienes compartieron la predicación, la enseñanza bíblica y la administración de los sacramentos; entre 1999 y 2006, Rubén Arjona Mejía. Desde 2007 a la fecha ha estado a cargo el presbítero Leopoldo Cervantes-Ortiz, primero como pastor fraternal, y a partir del 6 de marzo de 2011 como titular para un periodo de cinco años. El Señor ha bendecido grandemente a esta iglesia, pues además de los pastores mencionados ha traído a participar a diferentes siervos suyos. En 1994-1995, Francisco Ruiz; 1994-1996: Alberto Arenas M.; 1995-1999: Hugo Gallardo Duarte; 1999-2001 Eliseo Vílchez Blancas y su esposa Deniz Ramírez Vargas; 2001: Saúl Rodríguez; así como el estudiante L. Iván Jiménez Jiménez.
Durante estos 17 años de vida de la iglesia también tuvimos bendición de que los presbíteros Mariano Ávila Arteaga, Armando Pacheco Avilés, Aurelio Sánchez y Caleb Díaz López hayan sido nuestros pastores oficiantes. Al mismo tiempo, se ha desarrollado una labor permanente de testimonio y evangelización en diversas actividades, entre ellas las reuniones de estudio bíblico en hogares, reuniones evangelísticas en parques públicos y desayunos, pero sobresalen dos organizaciones que han sido como agua fresca en el crecimiento de la iglesia: por un lado, en 2004, la Sociedad de Esfuerzo Cristiano “Leví” (cuyo significado es “el que ama a los suyos”), que ha aglutinado una gran fuerza y ha hecho sentir confianza en el futuro, y en 2007 el coro Laudate Dominum.
De la misma manera que cuando iniciamos y no teníamos idea del camino que habríamos de transitar, hoy, al celebrar estos 17 años, y especialmente este ultimo año, estamos descubriendo que para cumplir los propósitos de Dios ha sido necesario cuestionar la sabiduría común y sustituirla por la enseñanza bíblica del sacerdocio universal de los creyentes. Como cristianos reconocemos que nuestro Dios guía y gobierna los destinos de los pueblos en cumplimiento de sus promesas, permitiendo que nuevas hermanas hermanos asuman el compromiso de participar en los procesos no sólo históricos de la iglesia, así como el crecimiento espiritual y cuidado de cada persona que llegue al templo. Es así como los ministerios del ancianato y diaconado se renovaron y fortalecieron al ser elegidos otras hermanas y hermanos. Estamos convencidos de que en la búsqueda del desarrollo en el servicio, cada persona que asume los distintos ministerios debe esforzarse por ser más que amantes de las novedades, asegurarnos de la dirección del Espíritu Santo. Por eso, la decisión de defender la postura sobre los ministerios femeninos llevó a tomar la determinación de salir del seno de la Iglesia Nacional, pues luego de varias consultas y en reunión congregacional, la iglesia tomó esta decisión con la certeza de que Dios guía el destino de la comunidad hacia horizontes de renovación y cambio, junto con otras comunidades que tienen esperanzas comunes. El futuro nos depara lo que Dios ha preparado y hemos de asumirlo con humildad y valor, siempre dispuestos a obedecer sus mandatos.
Dios está trabajando en el mundo y nos llama a unirnos a él, afrontando los desafíos en el terreno de la predicación, la evangelización y la misión, especialmente en el campo de Tlapa, Guerrero, adonde el Señor puso al pastor Martimiano Morales y lo acercó a la iglesia para colaborar allí. Le damos gracias a Dios porque después de varias visitas de los responsables del Ministerio de Misiones, el D.I. Israel Núñez y posteriormente el A.I. Ricardo Ruiz e Israel Núñez, un grupo de 13 hermanos pudieron hacer presencia allá, entendiendo que la vida misionera es compartida y que aunque es una gran responsabilidad también es un honor como cristianos ser usados por Dios.
El ministerio de la iglesia, como ha escrito el pastor Salatiel Palomino, consiste en establecer el sentido y dirección del cambio histórico de la comunidad, buscando identidad, liberación, transformación y proyecto de vida. Si tenemos una clara comprensión de ese ministerio iluminados por el Espíritu Santo, podremos conocer el plan divino para nuestra salvación por la fe en Cristo, y el plan de Dios respecto del futuro de la iglesia y del mundo.

La Iglesia camina el sendero de Cristo resucitado, Pbro. Samuel Gallegos G.

22 de abril de 2012

sábado, 21 de abril de 2012

Letra 266, 22 de abril de 2012


IGLESIA: ¿PUEBLO DE DIOS?
Zwinglio M. Dias


Tradicionalmente identificamos a la Iglesia institucionalizada como la depositaria de la herencia bíblica. Recordando la secular definición de los reformistas de que la Iglesia se encuentra allí donde el Evangelio es proclamado y los sacramentos correctamente administrados, hemos tomado la historia de la institución eclesiástica como la historia de la salvación. De este modo entendemos que los actos de Dios en la vida de los hombres, después del evento de Pentecostés, se llevan a cabo única y exclusivamente por la instrumentalidad del canal eclesiástico históricamente visible.
Si observamos los rumbos tomados por la Iglesia a través de los tiempos, verificamos que no siempre su ser en el mundo coincidió con la voluntad de Dios, esto es, en muchas circunstancias históricas la Iglesia, de hecho, dejó de ser Iglesia, el verdadero instrumento de Dios para los hombres; esto aconteció cada vez que la comunidad histórica de la fe perdió su identidad peculiar, confundiéndose con los poderes de este mundo o se olvidó de la tarea de actualización de su mensaje para las nuevas circunstancias vividas por el hombre. Este hecho, con las consecuencias trágicas que nos permite inferir, presupone la pregunta: ¿quién es realmente el pueblo de Dios? O, formulada de otra manera: ¿puede la Iglesia institucionalizada, dividida y, muchas veces alienada de la dura realidad humana y vuelta hacia el cultivo de una espiritualidad etérea, irreal, ser llamada en todo tiempo el verdadero pueblo de Dios? […] el propio Jesucristo, previendo un futuro desgarramiento de la Iglesia que entonces estaba fundando: ya decía “Os digo que el Reino de Dios os será quitado y entregado a un pueblo que produzca los frutos correspondientes” (Mt 21.43).
Así como lo que quedaba del pueblo de Israel en el tiempo de Cristo no era identificado por él como el pueblo de Dios genuino, a causa de su infidelidad y fariseísmo, no podemos hoy creer que, por el simple hecho de sustentar una determinada tradición eclesiástica o un tipo particular de experiencias religiosas, cualquier asociación religiosa sea, solamente por eso, expresión verdadera del pueblo de Dios. Por otra parte, Jesús dejó bien claro cuál sería el camino a recorrer por el pueblo de Dios: “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna” (Mr 10.29-30). “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8.31-32). […]
Estos y otros textos nos permiten inferir que el pueblo de Dios es aquel que nace de la palabra de Jesús, del “Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros” y que por eso lleva a la práctica la voluntad de Dios en el tiempo de su vida. O sea, aquél que está abierto para oír la Palabra de Dios en su vida presente y para realizarla en los múltiples aspectos que encierran su existencia. El pasado para estos no es repetido mecánicamente, sino tomado como fuente de inspiración para el presente y el futuro.
La Biblia es leída y estudiada por ese pueblo que procura interpretarla de acuerdo con su experiencia presente, tratando de comprender sus promesas en el contexto de las nuevas realidades que debe vivir. La comunidad humana que así se comporta puede ser llamada con propiedad “pueblo de Dios”. Pues no está haciendo otra cosa que aquello que Jesús se propuso hacer y, de hecho, concretó en su tiempo. A diferencia de los fariseos procuró ver la situación humana de sus días con los lentes de Dios y no con los gastados cristales de la religión oficial y anunció de forma escandalosa y atrevida lo que significaba el mensaje de Dios para la humanidad.
Por otro lado, forman parte del pueblo de Dios todos aquellos que fueron liberados por la palabra salvadora de Jesús: “Si el Hijo os libera, seréis verdaderamente libres” (Jn 8.36).
Esa libertad que Jesús no sólo proclamó sino también encarnó —pues jamás hubo hombre más libre que él— es aquella que permite la plenitud de la realización humana. En el comienzo de su ministerio, haciendo eco a las palabras del profeta Isaías, las repite en un contexto nuevo, reafirmando el carácter de su misión y también la naturaleza de la obra de Dios y su pueblo junto a todos los hombres: la redención de los hombres oprimidos por las injusticias generadas por el pecado, por el apartamiento de Dios (Lc 4.17-21). […]
La obra de Dios es profundamente humana. Tiene que ver directamente con la redención del hombre de los males producidos por su impotencia ante la vida. Se realiza en función de las necesidades vitales de su existencia, inscribiéndose en los límites de su vivencia social y política, psicológica y espiritual porque es ahí donde se da la gran batalla entre los hombres, que puede ser tanto para el beneficio de todos como para la satisfacción de unos pocos a costa de la desgracia de muchos. Es precisamente en esta confrontación donde se distingue el pueblo de Dios. Éste no es identificado por su tradición religiosa sino por su trabajo al lado de Dios, en favor de los hombres. Recordemos a propósito, las palabras de Juan, el Bautista: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras” (Lc 3.8).
Forman parte de esta hueste de santos todos aquellos que se colocan al lado de Cristo en favor de la verdad y la justicia. Los que producen “frutos dignos de arrepentimiento”. Y todo aquél que lucha por la justicia de acuerdo con las Escrituras de Dios, aunque no posea ninguna tradición religiosa, es miembro del verdadero pueblo de Dios. Es uno de los hijos de Abraham que Dios hacía nacer de las piedras.
Discusión sobre la Iglesia (desde América Latina). México, CUPSA; 1983, pp. 92-98.
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UN HOMBRE CONTRA EL ESTADO ESPAÑOL
Ignacio Simal
www.protestante.eu/un-hombre-contra-el-estado-espanol

Son aproximadamente 70 pastores protestantes jubilados –en algunos casos sus viudas-, al día de hoy, a los que se les sigue cerrando el camino para acceder a una pensión de jubilación por parte del Estado español. Pensión, a la que sin duda, tienen derecho. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Todo es una rémora que arrastramos de nuestro reciente pasado. Durante la larga noche franquista a los ministros de culto de las iglesias no católicas se les impidió cotizar en el Régimen General de la Seguridad Social, ya que el gobierno franquista nunca reconoció su estatus profesional.
Una vez que la democracia se abrió paso en nuestro país, un horizonte esperanzador se abrió para las minorías religiosas. Sin embargo el primer golpe bajo que recibieron fue el texto de la Constitución española que se propuso a los ciudadanos, y que fue aprobado por una inmensa mayoría de los españoles, donde se mencionaba de forma explícita a la Iglesia Católica. A las minorías religiosas se las mencionaba en el cajón de sastre de “las otras confesiones”. La Iglesia “oficial” seguía teniendo un peso específico en el pensamiento de los padres constituyentes, los no católicos ninguno.
El peso específico de la Iglesia “oficial” se hizo notar a continuación. A los sacerdotes católicos, a partir del año 1979, se les concedía el derecho a cobrar una pensión de jubilación computando para ella todos los años en los que ejercieron su ministerio eclesiástico. En ese año a los pastores protestantes ni siquiera se les permitía cotizar a la Seguridad Social como tales.
Tuvieron que pasar 22 largos años (1999) hasta que a los ministros de culto evangélicos se les permitió afiliarse a la Seguridad Social como cualquier ciudadano español. Parecía que entrábamos en nueva etapa, pero no fue así. Los años trabajados con anterioridad a 1999 no computaban a la hora de obtener una pensión de jubilación. Eso dejó fuera del derecho a una pensión a 150 pastores evangélicos. Y a los que iniciaban su periplo como cotizantes a la caja de la Seguridad Social en aquel año o en los posteriores, se les dejaba en un lugar muy incómodo. Muchos de ellos cuando lleguen a la edad de jubilación no habrán cotizado el período necesario como para acceder a una digna pensión. De poco sirvieron las negociaciones de FEREDE con los diferentes gobiernos de España, ya fueran éstos “populares” o “socialistas”. Las minorías religiosas seguían siendo ignoradas en el aspecto antes mencionado. La normalización religiosa en nuestro país todavía era, y es, una asignatura pendiente.
Fue un solo pastor protestante, Francisco Manzanas, con el apoyo de la Iglesia Evangélica Española (una de las familias protestantes más antiguas en España), quien tomó la decisión de interponer una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra la Seguridad Social reclamando su pensión. Todo quedó en agua de borrajas. El pastor Manzanas decidió entonces reclamar al Tribunal Constitucional que, sin dilación, desestimó su caso.

Un solo hombre contra el Estado español
La Iglesia Evangélica Española al ver la indefensión en la que se encontraban sus pastores decidió demandar al Estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) presentando el caso del pastor Francisco Manzanas. La primera satisfacción llegó cuando dicho tribunal decidió admitir a trámite la demanda. Pero lo que llenó de esperanza y satisfacción a la Iglesia Evangélica Española y a todo el mundo protestante fue cuando, el pasado 3 de abril, la Corte Europea de Derechos Humanos sentenció contra el Estado español por atentar, en el caso del pastor Manzanas y en el de todos los pastores protestantes, contra el artículo tercero de la Convención Europea de Derechos Humanos.
Era un caso de clara discriminación por motivos religiosos el trato dado a los pastores protestantes frente al gozado por los sacerdotes católicos 22 años antes, ya que ambos grupos realizaban y realizan trabajos similares. Lo realmente importante de todo el caso es que el TEDH ha dado la razón a Francisco Manzanas, y con él a todos los protestantes españoles. Ahora el Gobierno de España tiene tres meses para responder, de no hacerlo, o los jueces de TEDH consideren no procedente su argumentación, la sentencia será firme.
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno español ¿responderá positivamente? ¿o demostrará una vez más su desinterés por el disfrute de los derechos que la Constitución Española reconoce a los protestantes como ciudadanos españoles? Y que nadie se preocupe de qué manera ello puede afectar la situación económica de nuestro país. El reconocimiento del legítimo derecho a que a los pastores protestantes se les reconozcan sus años de trabajo anteriores a 1999 son migajas económicas que en nada van afectar a los presupuestos Generales del Estado y, por lo tanto, a la economía de nuestro país.
Como afirmó hace unos días Joel Cortés, presidente de la Comisión Permanente de la IEE, en un conocido diario catalán (Ara.cat), “esperamos que el gobierno español quiera sentarse a negociar esta discriminación histórica para no tener que acudir de nuevo a los tribunales”. Mientras tanto, los protestantes y las minorías religiosas en el Estado español seguiremos esperando el reconocimiento de los legítimos derechos que a nuestros ministros de culto, en justicia, les corresponden. No estamos pidiendo la luna, en absoluto.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...