domingo, 12 de julio de 2009

Letra 129, 12 de julio de 2009

EL VATICANO DESTACA LA FIGURA DE JUAN CALVINO

El Universal, 2 de julio de 2009

L´Osservatore Romano, órgano oficial de la Santa Sede, destacó el papel que tuvo el reformador protestante por encima del de Lutero

EFE. Ciudad del Vaticano. El diario vaticano L`Osservatore Romano resaltó hoy la figura de Juan Calvino (1509-1564), colocándola por encima de la de Lutero y señaló que el reformador protestante es "uno de los dos franceses que han dejado una huella duradera, visible y reconocida en la faz de la tierra".
El otro es Rousseau, precisó el vespertino de la Santa Sede en un comentario del historiador Alain Besançon con motivo del quinto aniversario del nacimiento del reformador francés. "Sin Calvino la reforma luterana se habría quedado en una cuestión alemana y a la larga habría sido absorbida [por Roma]... Fue más bajo la forma calvinista que bajo la luterana que la Reforma avanzó en Polonia, Hungría, Francia, Holanda, Inglaterra, Escocia y EU", escribe Besançon. Calvino, precisó el historiador, "era un cristiano que creía en la Iglesia una, santa, católica, aunque prefería decir universal y apostólica".
"Creía en la Trinidad, el pecado original, la salvación a través de Jesucristo y aunque no le gustaba que se rezase a la Madre de Dios, creía firmemente en su virginidad perpetua. Contrariamente de lo que se dice, creía en la presencia real [de Cristo en la Eucaristía], aunque no admitía la concepción católica de la transustanciación", agrega el vespertino, que añade que Calvino era un "luterano puro y sencillo". Tras resaltar las diferencias de Calvino con Roma y con Lutero, Besançon afirma que Martin Lutero fue incapaz de fundar una verdadera iglesia, "ya que entregó la guía a los príncipes, al considerar que el príncipe cristiano podría ser el obispo natural". Calvino, añadió, no compartía ese punto de vista y "fundó un sistema eclesial compenetrado en la sociedad civil y al mismo tiempo lo suficientemente independiente como para no ser influenciado. Según Besançon, la organización calvinista "es una creación genial, capaz de adaptarse a las monarquías, a las repúblicas aristocráticas, a las repúblicas democráticas". "Resiste de manera ágil a todos los cambios y a la revolución de la modernidad. Su superioridad histórica, es decir su eficacia, es patente, frente a al rigidez autoritaria del mundo luterano", precisa el historiador en el diario de la Santa Sede.


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A 500 AÑOS DEL NACIMIENTO DE CALVINO SU HUELLA SE PERCIBE EN EL SIGLO XXI
Isabel Saco

Agencia EFE, 9 de julio de 2009


La Iglesia Reformada celebra mañana, 10 de julio, los 500 años del nacimiento de Juan Calvino, pensador y líder de una de las corrientes más importantes del protestantismo, cuya huella perdura en la sociedad occidental del siglo XXI. Calvino (Noyon, Francia) nació en 1509 y aunque su vida fue corta (murió a los cincuenta [y cuatro] años) su figura y su prédica se impusieron en Ginebra, donde desarrolló lo esencial de su doctrina y que fue la ciudad-laboratorio en la que puso en práctica sus ideas.
Personaje poco popular y hasta antipático en ciertos círculos por la rigidez de su carácter, su extrema austeridad y la severidad con la que buscaba imponer sus ideas, fue un pensador que marcó de manera decisiva la historia de Occidente. Aparte de la manera de entender y aproximarse a Dios, Calvino influyó en la relación de la sociedad con el dinero, en la separación de la Iglesia y el Estado, en el acceso a la educación y en la democracia. Así, el impacto de su pensamiento se reflejó particularmente en la concepción y organización de las instituciones políticas suizas, basadas en el principio de que los representantes de los poderes públicos deben permanecer al margen de cualquier posición de poder en la Iglesia. Otra innovación fue la defensa del derecho del ciudadano de a pie a participar en las decisiones políticas a todos los niveles, desde el local hasta el nacional. Varios estudiosos suizos del legado del líder protestante han coincidido en señalar que Suiza, y particularmente Ginebra, serían muy diferentes a lo que son hoy si no se hubiesen impregnado y adoptado el pensamiento "calvinista". "Sin esa emancipación del pueblo lograda por Calvino, creo que simplemente no tendríamos democracia directa", opina a ese respecto el intelectual Xavier Comtesse. Suiza es, efectivamente, un país muy único a nivel político: los ciudadanos votan para refrendar u oponerse a decisiones de sus ayuntamientos, cantones y del gobierno central, que se caracteriza por que sus decisiones son tomadas por sus siete miembros. Ellos, además, se turnan cada año la presidencia del país, de modo que el apego al poder y la ambición política se atenúan sensiblemente. Pero la influencia de Calvino no se limitó en absoluto a Suiza y fue también importante en países como Alemania, Francia, Holanda y hasta en Estados Unidos, donde unos 15 millones de personas se consideran calvinistas, aunque se les conozca como presbiterianos, según Comtesse. Calvino luchó contra la usura y logró un acuerdo para establecer una tasa de interés general del 7.6 % al año, impulsó la creación de la Universidad de Ginebra y promovió un mayor acceso a la educación, de modo que la población -mayoritariamente analfabeta- pudiese leer la Biblia.

Estos son apenas algunos de los aportes perdurables del reformador y que son muy bien reflejados en "Calvino, Ginebra en llamas", una obra de teatro recientemente estrenada sobre la vida de Calvino como parte de los actos de conmemoración por los 500 años de su nacimiento. El escenario tiene como telón de fondo el Muro de los Reformadores, donde están esculpidas cuatro estatuas de gran tamaño de quienes fueron los pioneros y defensores de la Reforma religiosa: Guillermo Farel, Teodoro de Beza, John Knox y el propio Calvino. En ese emplazamiento, que permite que la pieza termine con un diálogo entre el actor que representa a Calvino y su estatua, transcurre la obra, de gran valor pedagógico y que busca aclarar ciertos malentendidos históricos sobre el personaje, pero que no esconde su lado arisco, severo y en ocasiones implacable. Sin embargo, ha sido probablemente el paralelo que puede hacerse entre la degeneración social que se vivía en tiempos de Calvino, y a la cual él quería poner coto, y los excesos que han conducido a la actual crisis económica mundial lo que más actualidad ha dado a los 500 años de su nacimiento.

Ordenación e instalación de oficlales

Ancianos/as de Iglesia

Ordenación e instalación
Edith Martínez Vázquez

Instalación
Vicente Orozco

Reinstalación
Marta Aguilar Arellano

Diáconos/ Diaconisas

Ordenación e instalación
Patricia Orozco Olea
Odavia Palomino López

Instalación
Leticia Forcada

Reinstalación
Laura Cabrera

500 años de visión reformadora dentro y fuera de la Iglesia, Dr. Salatiel Palomino L.

12 de julio de 2009

"Gracias a Dios por el legado desafiante de Calvino hoy": Alianza Reformada Mundial


12 de julio de 2009


La ARM circuló una Carta a sus comunidades en todo el mundo, en ocasión de cumplirse este viernes los 500 años del nacimiento del reformador Juan Calvino. En ella resaltan la pertinencia de su mensaje en los desafíos del siglo XXI. Hace 500 años nacía en Noyon, Francia, Juan Calvino. La familia de la Reforma conmemora esta fecha, no para crear un culto a Calvino, o hacerlo ver como un "santo perfecto". Calvino ciertamente no era perfecto, y es en contra de los cristianos reformados fomentar culto a personalidades. Juan Calvino mismo insistió: Soli Deo gloria, "Sólo a Dios sea la gloria". Conmemoramos este día en un espíritu de gratitud a Dios por cómo Calvino ha inspirado a un movimiento de personas comprometidas a vivir fielmente a Dios en diferentes contextos, y cómo su legado continúa inspirándonos a ser fieles a Dios para responder a los actuales desafíos. En nuestro mundo hoy en día, muchos sufren a causa de la injusticia en la economía, y esto mucho antes del actual colapso en los mercados financieros. Esto ha sido agravado por la crisis financiera y las pérdidas de empleo en muchos países, mientras que los que se beneficiaron del sistema siguen siendo sacado de apuros. Calvino afirmó: "Una justa distribución puede convertirse en realidad si los ricos no tragan ávidamente, si no rastrillan en cada lado lo que pertenece a los demás para satisfacer su codicia..." (Comentario a Éxodo 16:.19.) En nuestro mundo actual, donde la humanidad está ignorando descaradamente el medio ambiente y, de hecho, la destrucción de la creación de Dios, las palabras de Calvino puede ser instructivas: "Quien es dueño de un pedazo de tierra, debe recoger los frutos de tal manera que el suelo no sufra daños y como... mayordomos de Dios... Si seguimos esta línea, nadie se comportará inmoderadamente ni dará mal uso a lo que Dios desea preservar". (Comentario a Génesis 2.15) Juan Calvino escribió estos comentarios en el siglo XVI. Y siguen siendo pertinentes hoy. Ese es el legado por el que damos las gracias a Dios.

domingo, 5 de julio de 2009

Conmemoración del Jubileo de Calvino




Letra 128, 5 de julio de 2009

CALVINO Y SU iPHONE: SEIS CORTOS SOBRE EL REFORMADOR
Reformé, julio de 2009


Un Calvino que habla en su iPhone frente al Monumento a la Reforma en Ginebra y discute sobre la existencia del mismo, forma parte del avance de un DVD con 6 cortometrajes sobre Calvino. 500 años después de su nacimiento, Calvino pasea por la Ginebra actual. Al pie del Monumento a la Reforma, frente a las tiendas de lujo o en contacto con los transeúntes, explica sus convicciones a la luz del siglo XXI, con excelente buen humor. Calvino, ¡el regreso! es el título del DVD.
Vincent Bonfils, actor y pastor juvenil de la Parroquia de la Rivera Derecha, de la Iglesia Evangélica Libre de Ginebra, es quien encarna a Calvino. El economista Denys Wasem interpreta al ginebrino que guía a Calvino en su visita y es co-autor de los escenarios junto con el periodista Serge Carrel. Patrocina el proyecto la Iglesia Evangélica Libre de Ginebra y la Federación Romanda de Iglesias Evangélicas (FREE, por sus siglas en francés) y DieuTV, canal de televisión por Internet. Los videos se proyectarán del 1 al 26 de julio en el espectáculo "Pueblo hugonote", en el Muro de la Reforma en Ginebra. Se distribuirá, también, en las iglesias y congregaciones, además de ponerse a la venta.

¿Y si Calvino se expusiera al sol ginebrino? Descubriría su estatua en el Muro de la Reforma, la estela dedicada a Servet, el Palacio de las Naciones de la ONU, el Museo Internacional de la Cruz Roja… Con humor y un buen toque histórico, estos 6 videos presentan a Calvino en la Ginebra actual. Sorpresas… ¡y risas garantizadas! ¡Se necesitan más cosas así!
Calvino visita el Muro de la Reforma:
www.theomedia.fr/shop/preview.php?id=2532 __________________________________________________
SE CUMPLEN 500 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL REFORMADOR PROTESTANTE JUAN CALVINO
Prensa Francesa Asociada, 30 de junio de 2009
París. Hace 500 años, un 10 de julio de 1509, nació en Picardía, en el norte de Francia, Juan Calvino, uno de los dos grandes teólogos e iniciadores del protestantismo, movimiento que actualmente cuenta con unos 600 millones de fieles por todo el mundo.
Al igual que su contemporáneo Martín Lutero (1483-1546), al que nunca conoció personalmente, Calvino privilegió la lectura bíblica, el desposeimiento y la "salud por la fe". Pero más metódico e intransigente, menos apasionado, casi frío, él se distinguió por la creencia en la "predestinación" (Dios ha elegido el destino del hombre, lo que no limita la libertad de éste) y por su rechazo a toda jerarquía episcopal.
Poco se sabe sobre su infancia: nació en la pequeña ciudad de Noyon, en el corazón de Picardía, de una madre devota que murió cuando tenía sólo seis años, y de un padre autoritario y procurador eclesiástico, que desea destinarlo a la Iglesia. Estudia en París, Orleans y Bourges, donde conoce a los discípulos de Lutero y se enfrenta a las ideas de Erasmo y de Guillaume Budé. En 1533, se convierte en un resuelto adversario de la Iglesia católica y condena, al igual que Lutero, el poder del Papa y de los concilios, así como la confesión. Se ve forzado a esconderse. Pasa una temporada en Angoulème, y en Basilea (Suiza), donde publica en 1536 su obra maestra, la Institución de la Religión Cristiana, en la que preconiza un protestantismo riguroso, una obra que retomará y enriquecerá a lo largo de su vida. Empieza una nueva vida para él el mismo año, cuando es nombrado profesor de teología en Ginebra, donde se adoptó la reforma y donde creó la primera escuela primaria, obligatoria, gratuita, abierta tanto a los niños como a las niñas. Pero dos años después se ve obligado a abandonar la ciudad a la que no volverá hasta 1541, tras una estancia en Estrasburgo donde frecuenta a Martin Bucero, otro teólogo de la reforma protestante. Quiere convertir a Ginebra en una ciudad "modelo" e impone un rigorismo que numerosos fieles juzgan excesivo, e incluso acusó de "brujería" a algunas de las víctimas de peste de 1545. Muere el 27 de mayo de 1564 en Ginebra, pero su renombre ya es universal. La influencia calvinista se extendió por Suiza romanda y se ha convertido en co rriente mayoritaria entre los protestantes franceses ("Iglesia Reformada"). Pero el calvinismo también caló en Holanda y, de forma más difusa, en Gran Bretaña y en Estados Unidos.
Según el historiador de religiones Odon Vallet, es difícil hoy en día decir "quién es calvinista y quién no lo es". Los anglicanos fueron, apunta, influenciados a la vez por Calvino y por el catolicismo, mientras que entre los evangelistas, hay una parte "histórica" calvinista. Las grandes familias del protestantismo son los luteranos, los reformados, los anglicanos, los pentecostales y los evangélicos. Agrupa a entre 600 y 800 millones fieles a través del mundo, principalmente en Europa y en Norteamérica, con estimaciones variables, en función de si se incluyen o no a las nuevas iglesias evangélicas. Las reformas (calvinistas) en el sentido estricto, representan entre 50 y 60 millones de fieles.

Reformar, la fe, los ministerios, la vida: el impacto de la tradición reformada, L. Cervantes-O.

5 de julio, 2009

1. Los diferentes niveles de la reforma
En la historia del cristianismo ha habido diversas oleadas y manifestaciones reformistas que han buscado devolver a la Iglesia el rostro que quizá el Señor Jesucristo hubiera querido para ella. El viejo sueño de “la Iglesia que Jesús quería”, pasando por “las iglesias que los apóstoles nos dejaron” se ha convertido, con el paso del tiempo, en “las iglesias que nos merecemos”, como parte de una sentencia marcada por el cinismo social y cultural. La misma palabra “reforma” tiene un trasfondo político que supuestamente debilita su impacto porque se asocia con frecuencia al reformismo, es decir, los tímidos esfuerzos por transformar las instituciones o las realidades sociales. Su contraparte serían las tendencias radicales que, habitualmente, surgen como manifestaciones de impaciencia ante la laxitud de los movimientos reformistas, los cuales responden a la lógica del cambio gradual en los sistemas, la sociedad o la realidad. El reformismo estaría, así, a medio camino entre las posiciones revolucionarias y las reaccionarias.
Las figuras bíblicas que dirigieron procesos de cambio, por ejemplo, combinaron aspectos que podrían catalogarse de revolucionarios con otros reformistas. Moisés, por ejemplo, condujo (muchas veces contra su pesar) una auténtica revolución religiosa, social y política, dirigida no solamente a sacar a los esclavos hebreos de Egipto, sino a desmontar del imaginario espiritual de su pueblo la ideología impuesta por la hegemonía imperial de la época para instalar, en su lugar, una práctica comprometida con los valores asociados al surgimiento de una nueva sociedad. Walter Brueggemann ha explicado las líneas generales del proyecto encarnado por el conglomerado social que, luego de abandonar Egipto, recibió el desafío de forjar una nueva forma de convivencia humana, una “comunidad alternativa”, algo verdaderamente radical. El liderazgo de Moisés encarnaría la vertiente revolucionaria y Aarón la reformista, especialmente en su comprensión de cómo instalar una nueva mentalidad igualitaria que sustituyera a la mentalidad monárquica. Un episodio en donde se aprecia eso con claridad fue el del becerro de oro, cuando Moisés tarda en presentarse ante el pueblo y su hermano cede ante las exigencias del pueblo, cansado de esperar al profeta de Dios para seguir su camino. Aarón menosprecia los alcances del cambio radical y considera posible identificar una figura ligada a la religión egipcia con la liberación del pueblo, lo que se alejaba sustancialmente del proyecto de Yahvé.
En Números 11.29, Moisés da un salto cualitativo y profundamente revolucionario en relación con la responsabilidad y compromiso que todo el pueblo tenía delante de Dios: luego del nombramiento de los 70 ancianos que lo acompañarían en la conducción del pueblo en el desierto, el espíritu de Yahvé se posó en ellos (11.25) y comenzaron a profetizar (había un “exceso de Espíritu”, v. 26), con lo que el ejercicio del poder y la práctica profética se muestran como un hecho revolucionario también, pues no se propone que el pueblo sea una comunidad de sacerdotes sino de profetas, esto es, ligada a la actualización constante de la palabra divina en medio de los cambios históricos y las necesidades del pueblo. “Los hijos de Aarón” serían los sacerdotes (10.8); la línea de Moisés sería la de los profetas. Moisés enuncia la “utopía perfecta”, pues el sueño dorado de Yahvé es que su espíritu estuviera presente en cada integrante del pueblo para que no se desentendiera de su responsabilidad y ministerio.
[1] Justamente éste es uno de los énfasis de la tradición reformada, la posibilidad efectiva de asumir la tarea de conducir, representar y encarnar la representación de la Iglesia en todos los sentidos. Como acaba de suceder en el culto de Pentecostés en Ginebra: la persona que encabezó el procesional de apertura del culto fue la psicopedagoga Charlotte Kuffer, flamante presidenta de la Iglesia Protestante de Ginebra, presidenta del Consistorio y coordinadora de las celebraciones en dicha ciudad, en suma, una mujer laica, pero profundamente comprometida con su identidad cristiana y reformada, especialmente con la formación de nuevos creyentes.[2]

2. Las transformaciones en la fe, la Iglesia y la vida se concretan en los ministerios
Corriendo el riesgo de simplificar demasiado la realidad histórica, podría decirse que Lutero fue un reformista que se encontró ante la necesidad de renovar la vida de la Iglesia solamente en algunos aspectos, relevantes es verdad, pero su conciencia religiosa no estaba lo suficientemente preparada para dar saltos cualitativos por sus orígenes y foirmación. Calvino, por el contrario, asumió el liderazgo de la segunda etapa de la Reforma y fue más allá de los meros cambios externos hasta proponer, como consecuencia de la radicalización de las intuiciones luteranas iniciales, la formación de un nuevo modelo de humanidad y civilización. En síntesis, propuso y contribuyó a la realización de una reforma integral de la sociedad que se veía a sí misma como cristiana, y eso rebasaba, con mucho la vida de la Iglesia como comunidad religiosa. Como acaba de escribir Alain Besançon en L’Osservatore Romano, en algo que ha sido calificado como la “rehabilitación” de Calvino:
[3]

Lutero era stato incapace di fondare una vera Chiesa. Ne aveva affidato la guida ai principi. Nella sua speranza di far nascere una cristianità più pura e più perfetta di quella con la quale rompeva, riteneva che il principe cristiano avrebbe potuto esserne il "vescovo naturale". Calvino non condivide questa illusione. Egli fonda un sistema ecclesiale compenetrato nella società civile e allo stesso tempo sufficientemente indipendente, sottoposto da un lato al magistrato legittimo, ma dall'altro, capace di tenerlo a distanza e di influenzarlo. L'organizzazione calvinista è una creazione geniale. Essa è capace di adattarsi alla monarchia, spingendola verso l'accettazione della rappresentanza; al patriziato delle città moderne, il suo ambito favorito; alle repubbliche aristocratiche; alle repubbliche democratiche. Resiste agilmente a tutti i cambiamenti e le rivoluzioni della modernità. La sua superiorità storica - voglio dire la sua efficacia - è patente, paragonata alla rigidità autoritaria del mondo luterano. E naturalmente paragonata all'immensa, alla complessa, all'antica organizzazione cattolica, così difficile da muovere.
[4]

La radicalidad de Calvino abarcó todas las esferas de la vida humana, individual y colectiva, y apuntó hacia muchas direcciones. En el tema específico de las vocaciones para servir a Dios, al mismo tiempo que superó la obsoleta distinción entre clérigos y laicos, sugirió que, al ser todos/as iguales delante de Dios, el llamamiento al servicio cristiano no hace distinciones de ningún tipo. En este sentido, complementó y profundizó el concepto de vocación (beruf, en alemán; calling, en inglés; llamamiento, en español) para integrar en ese concepto bíblico lo que Pablo califica como un “llamamiento para ser santos” (Ro 1.7) y un acto soberano de predestinación “para ser adoptados como sus hijos/as” (Ef 1.5) y “alabanza de su gloria” (Ef 1.12). Esta transformación gloriosa del destino humano permite alejar la ira de Dios para convertirse en socios suyos dentro del pacto y colaboradores en la obra de hacer presente el señorío de Cristo en el mundo, dentro y fuera de la Iglesia (Ef 1.21-23).
Se trata, pues, de un llamamiento in extenso, sub specie aeternitatis, o sea, que procede directamente del corazón de Dios, de las entrañas de su pre-conocimiento, por decirlo así. Como creía Calvino, recordando a los profetas: Dios llama y es imposible decir que no, porque su llamamiento es irresistible y eficaz, lleno de gracia y amor. Y a cada creyente lo llama de esta manera para extender su gloria por todas partes. De este modo, el concepto luterano de vocación desbordará las fronteras eclesiásticas y se convertirá en un auténtico manifiesto de renovación humana, individual y social, pues los ministerios deberán realizarse en todas las áreas de la vida, sin distingos ni falsas superioridades. Ésa es la respuesta del Espíritu Santo a la necesidad del mundo, mediante una renovación incuestionable de la existencia en todos sus ámbitos.

Notas

[1] S. Gallazzi, “La sociedad perfecta según los sadocitas. El libro de los Números”, en RIBLA, núm. 23, 1996, www.claiweb.org/ribla/ribla23/la%20sociedad%20perfecta.html: “Mucho más antiguas, estas tradiciones hablan del maná, pero no del sábado; hablan también de la conducción colectiva del pueblo por medio del don del Espíritu a los 72 ancianos que se convierten en profetas. La memoria de la profecía y no del sacerdocio marca estas páginas que concluyen con las quejas de María y de Aarón contra Moisés. […] Están en juego dos modelos de concebir el pueblo de Dios. De un lado, se proclama: Toda la comunidad entera es sagrada y Yahvéh está en medio de ella. ¿Por qué, pues, os encumbráis por encima de la asamblea de Yahvéh? (Nm. 16,3). Del otro lado, se censura: Por eso, contra Yahvéh os habéis amotinado, tú y toda tu cuadrilla; porque ¿quién es Aarón, para que murmuréis contra él? (Nm. 16,11) 12. Este conflicto, que el Pentateuco resuelve a favor de los aaronitas/sadocitas, brinda la ocasión al redactor del segundo templo de poner de realce: el poder propiciatorio de Aarón”.
[2] Pierre Yves Moret, “Les femmes réformées prennent le pouvoir”, en Alliance Press, www.alliance-presse.info/news_internationales/details.php?id_article=3271&style=ca&sid=c65a88be0f6d84fb15f28dbfbb5b3355.
[3] Giacomo Galleazzi, “Il Vaticano riabilita Calvino”, en La Stampa, 3 de julio de 2009, www.lastampa.it/redazione/cmsSezioni/cultura/200907articoli/45137girata.asp; Antonio Calisi, “La Chiesa Católica recupera la stima per Calvino”, en www.barimia.info/modules/article/view.article.php?c8/19232.
[4] A. Besançon, “Il riformatore che disincarnò l'Incarnazione”, en L’Osservatore Romano, 3 de julio de 2009, www.vatican.va/news_services/or/or_quo/cultura/150q05a1.html. Énfasis agregado.

Calvino, el jovencito de Noyon

5 de julio de 2009

Hace 100 años, para celebrar el 400º aniversario del natalicio de Calvino, el Colegio fundado por él, que cumplía 350 años, encargó una serie de grabados sobre la vida del reformador a Henri van Muyden (1860-1936), la cual consta de 12 piezas que muestran a Calvino en diversas etapas, desde su infancia hasta sus últimos días. El primer grabado corresponde a su paso por las aulas del Colegio Montaigu, de París, luego de una infancia aciaga, marcada por la muerte de su madre en 1515. A los 14 años (1523) asistió al Colegio de la Marche, dirigido por el latinista Maturin Cordier, quien lo acompañaría más tarde en Ginebra, ya en plena labor reformadora, desempeñando tareas educativas.
Calvino estudió después en el Colegio de Montaigu (adonde también lo hizo Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús). Allí recibió una sólida formación en gramática, filosofía y teología, y tuvo como profesor a John Major, comentarista de los Evangelios y defensor de la doctrina católica en contra de Wyclif, Hus y Lutero. Calvino inició sus estudios de derecho en 1528, en Orléans, el sitio más famoso de la época. Aprendió velozmente el griego y al año siguiente se trasladó a Bourges para estudiar con el notable jurista Alciati. En 1531 acudió a Noyon para acompañar a su padre en sus últimos momentos (había sido excomulgado por el obispo de la ciudad).
En el segundo grabado aparece junto a su primo Pierre Robert, Olivetán (futuro traductor de la Biblia), quien muy probablemente lo introdujo a las ideas heterodoxas del momento, luteranas para heterodoxas del momento, luteranas para mayores señas, aunque ya con el sello del humanismo francés, representado por Jacques Lefèvre d’Etaples (1450-1537) y otros pensadores. Calvino ingresaría a estos círculos y formaría parte de la variante “devota”, como observa Bernard Cottret, uno de sus biógrafos más acuciosos.
La imagen presenta a un joven de unos 16 años, quizá en su cuarto de estudiante, con sus libros de cabecera, recibiendo la visita de su pariente, quien parece hablarle de sus convicciones. Teodoro de Beza sugirió que Olivetán convenció a Calvino para abrazar la causa protestante. La fecha de la conversión de Calvino ha sido muy difícil de establecer, pero se relaciona con la muerte de su padre, cuando ya tenía 22 años. Ya liberado, regresa a París, para dedicarse en cuerpo y alma a la literatura, sin abandonar el derecho: un año después, publica un comentario a la obra De Clementia, del filósofo latino Séneca, consejero de Nerón, mientras continúa su amistad con los humanistas.En el ámbito humanista, Calvino perteneció al ala “devota”, como observa Cottret. Un episodio que marcó profundamente la juventud de Calvino sucedió en noviembre de 1533, cuando colaboró en el discurso académico de apertura de Nicolás Cop en París, tras del cual tuvo que abandonar Francia casi definitivamente, pues luego del incidente salió rumbo al exilio, debido a la persecución que desató el rey Francisco I contra los hugonotes, no sin antes renunciar a las prebendas eclesiásticas que había obtenido su padre para él. El siguiente paso fue la redacción de la Institución de la Religión Cristiana, lo que le permitiría ser conocido en espacios religiosos más amplios. (LCO)

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...